martes, 31 de enero de 2017

ENCUENTROS CON ESCRITORES/AS E ILUSTRADORES/AS

LA INVASIÓN DE LOS COLORES...



Joan Manuel Gisbert, 1994.

Cuando un niño lee un libro bebe de una fuente que refresca su intrépida imaginación, que calma su sed de aventuras, que riega sus sueños con misterios y llena sus pensamientos de fantasías. Los libros son como  el agua, dan la vida”.
                                                                                           
Ángela  Santoveña

Introducción
Como dice mi admirada Ángela Santoveña en su cita, “los libros son como el agua, dan la vida”, por eso son tan importantes en la escuela. En el aula de Educación Infantil del C.r.a. “Monte Arria”, en la localidad cántabra de Bielva y ahora en el C.P. “Fuente Salín” de Pesués, Cantabria, seguimos su ejemplo y a lo largo de los últimos  23 años  llevamos a cabo experiencias educativas protagonizadas por los libros y sus ilustraciones. Durante los últimos años este trabajo se  difundió  por diversos centros de nuestra región que lo incorporaron a su labor docente, en la búsqueda de  fomentar el gusto por la lectura en los niños/as y desarrollar su competencia lingüística.


La Invasión de los Colores es un proyecto  educativo que gira en torno a la obra de un ilustrador/a o escritor/a de libros infantiles. Durante quince o veinte días los libros del creador elegido son los protagonistas de la vida del aula.



Claudia Ranucci, 2014.
I- Queremos conseguir:

La meta principal que nos planteamos al comienzo fue el fomento de la lectura entre los escolares y después el desarrollo de su competencia lingüística. Sabemos que  esta labor es un largo camino que no se recorre de la noche a la mañana, es por ello que  nuestros fines  tienen  matices utópicos,  quieren alcanzar muchas metas o en su defecto acercarse a ellas dando pasos en esa dirección. Los objetivos que nos marcamos cada vez que iniciamos nuevamente este proyecto son:

  1.    L + Conseguir que la fantasía y la imaginación protagonicen la vida del aula.
  2.    I + Fomentar el hábito lector,  gusto por los libros y su cuidado desde la tierna     infancia.
  3.    B + Enriquecer la educación estética de los niños, a través del conocimiento de una           visión del mundo diferente, representada por las imágenes de los artistas.
  4.    R + Conocer, por medio de los libros, problemáticas de la realidad de forma lúdica y           atractiva.
  5.    O + Vivir  variadas emociones y sentimientos mediante la palabra y  la imagen.       
  6.    S + Desarrollar el lenguaje en sus diferentes facetas:

  7.           * Enriquecimiento del lenguaje oral y de su vocabulario.
  8.            * Enriquecimiento del lenguaje gestual y corporal.
  9.            * Potenciación de la lectura de imágenes.
  10.            * Enriquecimiento del lenguaje plástico.
  11.             * Desarrollar el gusto por la belleza.
  12.  B   + Potenciar  la diversidad.
  13.  E   + Fomentar el sentido de tolerancia y respeto hacia lo diferente.
  14.  LL + Favorecer el sentimiento de igualdad entre las personas de distinto sexo, raza, origen y cultura.
  15.  O  + Potenciar el respeto y cuidado por el medio ambiente que nos rodea. 
  16. S + Conocer a Asun Balzola, Carme Solé, Gusti, Mabel Piérola, Gabriela Rubio, Jesús Gabán, Noemí Villamuza, Violeta Monreal, Pablo Amargo, Mikel Valverde, Claudia Ranucci, Joan Manuel Gisbert, Joles Sennell, Juan Farias, Gabriel Janer Manila, Gonzalo Moure, Mónica Rodríguez, Roberto Aliaga, Alfredo Gómez Cerdá, Rebeca Luciani, Leticia Ruifernández, Antonio Ventura, Aitana Carrasco, Raquel Díaz Reguera o David McKee y su obra.
  17.  d

 

Antonio Ventura, 2014.



II-Desarrollo
          1-Elección

Son muchos los fines que se persiguen, pero el norte que nos movió en todo momento fue fomentar el gusto por los libros a través del conocimiento de un ilustrador o escritor, hasta convertirlo en un miembro más de nuestra escuela y por extensión de nuestro vivir cotidiano. Es importante que disfrutemos con sus libros, que nos gusten que amemos su trabajo, Y tienen que cumplir una condición:  
          
-Tener un largo y dilatado trabajo, eso nos permitirá elegir los libros que mejor se adapten a los niños con los que trabajamos.


        
Leticia Ruifernández, 2015.

             2-Complicidad

Una vez escogido el ilustrador/a o el escritor/a decidimos el grado de desarrollo del trabajo, el nivel de comunicación que vamos a entablar con él o con ella. Este Proyecto tiene varios niveles de concreción.
- Lo que vayamos a realizar se queda en el aula y en nuestro ámbito escolar, no trasciende más allá.
- Nos ponemos en comunicación con el artista y le decimos nuestro propósito, con el fin de que nos conteste si decidimos enviarle una carta, un correo electrónico, o material elaborado.
- Queremos conocerlo y mostrarle lo que hemos hecho sobre sus libros, entonces lo grabamos en vídeo, se la enviamos y le pedimos que se grabe  a  sí  mismo y nos la devuelva.
- Haremos un encuentro virtual a través de skipe u otros medios semejantes.
-Estamos interesados en conocerlo personalmente, que visite el aula, vea el trabajo y conozca a los niños que lo han realizado.
Esta última propuesta implica, un desembolso económico y no siempre un centro tiene recursos para afrontarlo; pero varios colegios y bibliotecas públicas unidas y trabajando en colaboración pueden lograrlo. De hecho, estos creadores mencionados anteriormente han visitado Cantabria estos años y lo han hecho de esta manera. Para ello hemos contando con la inestimable colaboración de los integrantes de la Revista Peonza.
























Jesús Gabán, 1998.


El grado de comunicación con el artista va a determinar nuestros planteamientos y actuaciones futuras. Los distintos niveles son válidos, quiere ello decir que lo importante es lo que hagamos con los libros, la relación que se establezca entre ellos y los niños, lo demás es secundario. Qué duda cabe que cuanto mayor sea la relación con el artista, más se enriquece el Proyecto, y no podemos engañarnos, completar la actividad con la visita del creador es algo inolvidable para todos, que trasciende el ámbito de lo escolar; pero eso sólo es la guinda, el pastel es lo primero.


         3-Documentación


El siguiente paso consiste en realizar un trabajo de búsqueda de información. Recopilamos artículos, entrevistas, comentarios, todo aquello que nos pueda enriquecer sobre su vida, ideas, trabajo, opiniones de diferentes temas... En internet podemos encontrar entrevistas, reseñas, comentarios, artículos… Además, intentamos conseguir todos los libros que haya escrito o ilustrado y que se ajusten a las edades que van a realizar el Proyecto. Es importante no cerrarse en uno o dos títulos. Es una ocasión perdida limitarse a un número escaso de obras. Lo mejor es ver y leer el mayor número de obras posible ya que así se enriquecerá nuestra conocimiento y disfrute de la obra del artista.


Una vez leída toda la información y todos los libros estamos en disposición de dar el siguiente paso.





David McKee, 1996.
            
          4-Diseño


Después diseñamos las actividades que se van a llevar a cabo en el aula. La información recogida y los libros de cada ilustrador/a determinan el tipo de actividades que preparamos para  que los niños las realicen. Con cada artista hacemos cosas diferentes porque ellos crean  libros distintos. A modo indicativo enunciamos algunas de las  propuestas de trabajo que se han llevado a cabo a lo largo de estos años.
Libro                        Autor                                                Actividad

  1. *”Santino el pastelero” (Asun Balzola): Construir un gorro de pastelero para cada  niño/a y hacer pastas de chocolate.
  2. *”Munia y la señora Piltronera” (Asun Balzola): Dramatizar  la historia de Munia.
  3. *”La Roca” (Carme Solé), Recoger rocas y pintar en ellas lo que llevan escondido en su interior.
  4. *“Tomás y el lápiz mágico”, (Gusti): Construir un lápiz gigantesco para pintar cosas fantásticas.
  5. *“Los dos monstruos”, (David McKee): Pintar móviles de monstruos.
  6. *”Ahora no Fernando” (David McKee). Dibujar nuestros miedos para que se los coma el monstruo...
  7. *”Las fotos de Sara” (Gabriela Rubio). Autorretratos con tinta china y témpera.


Gusti, 1996.


En la actualidad me limito a leer, contar, mirar y ver los libros, nada más. Con los años he ido simplificando las actividades que realizo en este proyecto. Solo busco el encuentro entre  los libros y los niños, sin accesorios. Y para eso solo es necesario tiempo para leer a los alumnos, para que se lean entre ellos. La lectura necesita tiempo y el mayor tesoro que podemos tener es tiempo para leer dentro del horario de clase. Así, página a página, día a día, libro a libro iremos acercando a nuestros alumnos a a obra del protagonista de nuestro Proyecto. Y no estoy hablando de obligar a los niños a que lean determinados libros en casa. NO, ESO NO ES.
¡Cuidado! En este momento también conviene hacer una puntualización,  no se trata de convertir los libros del ilustrador/a y/o escritor/a en fuente de fichas sobre todos los contenidos curriculares que tengamos previstos  para ese tiempo. Es muy importante mantener el encanto, no triturar los libros, ni meterlos en un alambique hasta sacarles la última gota. Eso sería contraproducente y negativo para lograr los objetivos antes expuestos.


   
Gabriel Janer Manila, 1997

       5-Metodología


Ya estamos preparados para comenzar el Proyecto en nuestra clase. La duración  oscila entre quince y veinte días, pero  no es exclusivo, quiere  decir que en estos días hacemos otras actividades que no tienen nada que ver con los libros del ilustrador/a o no, eso queda a criterio de los profesionales de la educación.
La motivación inicial llega con una carta de Asun, Carme, David, Violeta, Gabriela, Pablo, Miquel, Mabel, Antonio, Gonzalo, Alfredo, Leticia o Gusti, en la que nos envía un libro y manifiesta su interés por conocer lo que hacemos, así como nuestra opinión sobre sus libros ( casi siempre esta primera carta suele ser ficticia). A lo largo de este tiempo vamos leyendo los libros y los completamos con la información obtenida.
Los libros que diariamente vamos leyendo se van dejando en el rincón de la Biblioteca, o en la Biblioteca de aula, para que puedan acceder a ellos cuando sientan curiosidad. Durante el tiempo que cotidianamente se dedica a la lectura y en último caso los puedan llevar para su casa en préstamo, como hacen con los demás libros.
Los días van pasando y los creadores se empiezan a convertir en personas conocidas, poco a poco abandonan su carácter ajeno y lejano para convertirse en seres familiares.

                   
                                  Carme Solé, 1995.


        6-Visita

Es estupendo terminar con la guinda que representa la  visita de Asun Balzola, Carme Solé, Gusti, Mabel Piérola, Gabriela Rubio, Jesús Gabán, Noemí Villamuza, Violeta Monreal, Pablo Amargo, Mikel Valverde, Claudia Ranucci, Joan Manuel Gisbert, Joles Sennell, Juan Farias, Gabriel Janer Manila, Gonzalo Moure, Mónica Rodríguez, Roberto Aliaga, Alfredo Gómez Cerdá, Rebeca Luciani, Leticia Ruifernández, Antonio Ventura, Aitana Carrasco, Raquel Díaz Reguera o David McKee a nuestra clase. 



Joles Sennell, 1995.


La motivación que se genera  es enorme, no es comparable con nada de lo que podamos hacer. Pensar que dentro de pocos días vamos a conocer a la persona que crea los personajes que tanto nos gustan, que escribe esas historias que nos apasionan, dispara las ganas de conocer todo aquello que tenga que ver con el artista y sus obras. Preparamos la jornada de la visita con esmero, porque no es un día cualquiera, es un día especial. Acabamos los regalos que le vamos a dar, ultimamos el libro que empezamos a escribir y que él o ella nos va a terminar, decoramos el rincón de los libros con algo festivo y preparamos los medios técnicos (cámara de fotos y de vídeo), para que esos momentos inolvidables vuelvan a pasar por delante de nuestro ojos siempre que tengamos ganas.
Los encuentros en sí son muy fáciles, van solos: los niños muchas ganas, están muy atentos y los artistas les encandilan con sus palabras o sus dibujos. Los encuentros se producen en grupos clase y en la biblioteca escolar, el lugar idóneo para estos momentos.



Gabriela Rubio, 2000.

III-Colofón


Por unos días entramos en un mundo de fantasía, rebosante de sentimientos, color y ternura que impregna nuestra atmósfera y nuestras aguas de tal manera, que subsisten sus sabores  y  su embrujo a pesar del tiempo. 
Muchos son los aspectos que podríamos destacar una vez concluido el Proyecto, pero con la experiencia acumulada estos  cursos, destacamos entre todos los siguientes:

-Para los niños/as es una experiencia personal  inolvidable, queda grabada en su memoria como un hecho importante y a la vez fantástico.
-Llegamos a adquirir tanta información sobre el  ilustrador/a y escritor/a que se convierte en alguien próximo, una persona cercana y familiar.
-Viven la creación literaria y la pictórica de forma directa e intensa.
-Todos se quieren llevar en préstamo los libros del artista para su casa, para leerlos, que se los cuenten o  para mostrarlos a su familia y contarles cosas sobre ellos. 
Al cabo del tiempo, un año por ejemplo, si se vuelven a sacar a la biblioteca los libros de los artistas invitados, continúa el furor por ellos y una avalancha de manos reclaman su derecho a llevarse de nuevo las historias que les han seducido y que se han convertido en un tesoro mucho mayor que un libro.


Mabel Piérola, 1997.

Pintemos de colores la imaginación de nuestros niños/as con el agua de los libros, beberán la vida.






Vídeo de una entrevista a Noemí Villamuza, 2015.




deo de un encuentro con Gonzalo Moure, 2015.



Vídeo de un encuentro con Alfredo Gómez Cerdá, 2016.

martes, 24 de enero de 2017

DAVID MCKEE, UNA PERSONA MUY ESPECIAL



Una visita muy especial


David McKee, Arenas, 1989.

ARENAS

Conocí a David Mckee en el año 1989, en Arenas de San Pedro, dentro del encuentro que organizaban, y organizan, Federico Martín y los suyos. Charlamos, y nos regaló una imagen de un monstruo para la Revista Peonza, cuando todavía eramos dos en el Equipo de Redacción y teníamos tres años de vida. Aquella fue la primera cubierta ilustrada que publicamos. 

   
A lo largo de los años siguientes siguió colaborando con Peonza de manera generosa en las diversas propuestas que le hicimos.

David McKee y Javier Sobrino en Arenas.

BIELVA

En 1995, preparé un proyecto de trabajo sobre sus libros en mi clase de Educación Infantil del CRA Monte Arria en Bielva, Cantabria. Grabé en vídeo todas las actividades que realizamos con sus libros, algunos de los cuales no se habían publicado aún en España. Gracias a las traducciones de mi amigo Diego Gutiérrez pudimos leerlos en clase. Los libros a medio terminar (uno de monstruos y un diario) y el vídeo se fueron para Niza, donde vivía por aquel entonces.


Pasó el tiempo y una mañana de sábado sonó el teléfono: era David. En una mezcla de españolitalofrancés nos pudimos entender. Él no quería aceptar nuestros regalos y no podía grabarse porque no tenía cámara. Él, solo, se ofrecía a venir a vernos a nuestra escuela. Mayo le venía bien y yo acepté, también nos venía bien, aunque no me lo creía, pero soñar es gratis.


David McKee en Bielva, Herrerías, Cantabria, España.

Y así fue como un día lluvioso, miércoles por la tarde, aparcó delante del colegio un coche con el volante en el lado contrario y de él salió un David McKee sonriente. Había recorrido dos mil kilómetros durante 17 horas de viaje, desde Londres, donde también reside, para venir a vernos.



No me lo podía creer.  Libros, libros y una botella de whisky escocés formaban también parte de su regalo.


Los días siguientes los pasó en el colegio con los niños jugando, dibujando y leyendo.  Disfrutamos de algo único. Y mi amigo Javier Flor lo llevó de turismo para que viera la Cantabria húmeda.





PECHÓN

Dejó las tierras del Nansa con la pena de no ver las montañas de los Picos de Europa. Desde ese momento, todos los años llega a mi casa un sobre pintado que me desea feliz año.


Gracias David, por tus libros y tu generosidad.


David McKee y Javier Sobrino en Bielva, 1996.

















































jueves, 12 de enero de 2017

ENTREVISTA A REBECCA DAUTREMER





Con motivo de la reciente publicación de su obra: Dautremer, Edelvives, 2016, recupero esta entrevista que salió en Peonza nº 97 (junio de 2011) y posteriormente en EMILIA (octubre de 2011) y en el Diario La Nación de Caracas (enero de 2012).

En esta entrada aparece en su totalidad y seguro que la disfrutáis mucho.





¿Cómo fue su infancia cerca de los Alpes? ¿Hay algún momento de aquellos años que usted intente recuperar a través de sus ilustraciones? 


Nací el 20 de agosto de 1971 en Gap, en el departamento de Hautes Alpes, muy cerca de Italia. Mis padres eran muy jóvenes y tuve una infancia un poco bohemia. Tengo recuerdos maravillosos. A los cuatro años mi padre nos llevó a la Drôme, una región muy salvaje del Sur de Francia, para criar ovejas y cabras y hacer queso. Eran los años 70 y la ideología de “vuelta a la naturaleza”. Empecé el colegio muy tarde cuando mis padres retornaron al “valle”, algo que no me gustó mucho. Quizás por esto fui durante bastante tiempo muy tímida y un poco salvaje. No tenía muchos amigos. El grupo siempre me ha inquietado un poco. Incluso ahora, cuando han cambiado las cosas, me siento bien en mi oficio que implica una vida bastante solitaria.
 

Tengo el recuerdo de una infancia muy feliz, plena de fantasía, con padres muy abiertos que me mimaron, algo que influyó en mi más tarde. Mi padre pasó a convertirse en carpintero; hasta hoy ha seguido trabajando con sus manos y ejerciendo el oficio con pasión. Estuvo en conflicto con su familia que desde los comienzos desaprobaba su forma de vida. Por ello mis padres siempre han estado de acuerdo con mi elección en la vida y siempre han apoyado mi pasión, el dibujo, que practiqué desde joven. No utilizo mis recuerdos de infancia directamente en mi trabajo, pero han sido mi infancia y mi educación las que me han permitido desarrollar mi imaginario y mi capacidad de soñar cosas.
 



¿Fue una apasionada de los libros en aquellos años?

Tuve la infancia que quise. Recuerdo muy buenos momentos escuchando con mis hermanos a mi madre o a mi abuela contarme historias. Leía un poco de todo y no importaba qué. Me contaba historias a mí misma, me pasaba mucho tiempo soñando e imaginando fuera de los libros. No era propiamente una apasionada de ellos.
 


Estudió Artes Decorativas en París ¿Qué significó para usted la editorial Gautier-Languereau? ¿Qué piensa que vio en sus ilustraciones?

Fui estudiante de Artes Decorativas en París durante cuatro años, pero en la sección de grafismo. En aquella época (y seguramente ahora también) la ilustración estaba mal considerada y no tuve agallas para inscribirme en esta sección. Tenía gusto por el diseño gráfico, pero la ilustración me atrapó; tuve mucha suerte. Por un profesor amigo me presenté en Gautier-Languereau, que me confió trabajos siendo yo estudiante. Ellos creyeron en mí y me fueron orientando hasta que fui lo “suficientemente” competente. Les debo mucho. No pensaba trabajar con ellos, pero el azar y la suerte me llevaron a sus oficinas, donde fui bien acogida.

La pintura, y el cine son dos influencias que usted reconoce. Vermeer es uno de los pintores que más aprecia. ¿Qué valora de su obra?


Si. El cine, y de manera general la imagen fotográfica, me fascina y me inspira mucho. Pienso siempre como si tuviera una máquina de fotos cuando hago una ilustración. Busco un encuadre, un punto de vista, un ángulo, la profundidad de campo, incluso un tiempo de exposición. Cuando ando escasa de ideas ojeo algún libro de fotografía que tengo y siempre encuentro una pista.
En cuanto a la pintura, me siento más gusto con las obras de pintores de los siglos XVI o XVII. Adoro sus retratos, fotografías de la época, sus personajes en una pose congelada sobre fondo neutro. La pintura flamenca me llega mucho y Vermeer -con su luz y sus colores naturales- parece que atrapa la vida en sus cuadros y les da otra existencia. Me gusta también Brueghel y sus criaturas fantásticas, increíblemente modernas. A Velázquez le he visto por primera vez hace poco en el museo del Prado y me emocionó mucho.
 




Fotografiar es capturar momentos de la realidad y hacer ilustraciones es capturar momentos de una historia. ¿Cómo ha influido la fotografía en su trabajo de ilustradora?

He respondido ya un poco. Pero puedo comentar que practiqué mucho en el laboratorio fotográfico estudiando artes decorativas. Después, al comienzo de mi carrera, soñaba con ser fotógrafa. Había comprado algún material y tenía un amigo fotógrafo que me contrataba de vez en cuando. Acudía a su estudio y fui aprendiendo; admiraba mucho su forma de trabajar. Pero no estaba segura de haber prosperado en este entorno fotográfico que parecía más duro que la ilustración y la edición. De todas formas, sigo de vez en cuando realizando una imagen como hubiera querido que fuera si la hubiera tomado con una cámara. Intento encontrar las texturas difusas y suaves del grano fotográfico.

El proceso previo antes de ilustrar un texto es muy importante. ¿Cómo realiza la documentación y planificación de un álbum ilustrado?


Me parece que de manera muy clásica. Necesito un poco de tiempo para “digerir” el texto, sobre todo el universo y el ambiente en que se desarrolla. Pienso mucho en lo que voy a hacer antes de coger un lápiz. Sé los meses que me lleva avanzar con cada libro y tengo el tiempo suficiente para imaginar y soñar con las imágenes que voy a pintar. Intento tener una visión general del libro, saber exactamente el tono y el estilo que tendrá, encontrar el hilo donde prender la historia. Buscar “el ángulo de ataque” mejor, el más personal, que haga que mi libro, en lo posible, sea un poco novedoso. Trato de no aferrarme a mi primera idea, no ir derecho a lo evidente. No es fácil.
Si el tema lo demanda, me documento. Pero esto no es siempre necesario. No me engancho nunca mucho a los detalles reales. Si acudo en algún momento a la documentación, siempre viene un momento posterior donde la dejo a un lado para remodelar la imagen a mi manera. A continuación marco “las vías del tren”, es decir, el recorrido del conjunto de páginas del libro para definir el ritmo. Nada es más necesario que conocer al menos el contenido de cada página antes empezar con la primera.



Habitualmente utiliza gouache, y a veces óleo, para dar color a sus imágenes. ¿Qué valor le da al color? ¿Es sólo decorativo o también argumental?

Solo utilizo el gouache. El gouache es un material muy opaco y suelo engrasar un poco mis dibujos cuando les termino, lo que me permite dar un poco de contraste a mis colores; pero nada más. Para mí el color es la luz. Por supuesto que es también decorativo, pero no debería. Mi elección de un color se hace por el contraste o por la luz que aporta. Finalmente, me importa más el valor del color que el tono. En revancha, utilizo muy poco el valor sugestivo del color.

En muchos de sus libros predominan los tonos rojos. ¿Qué le ofrece ese color que otros no le aportan?


Por un lado es facilidad y, por otro, hábito mío usar este color que aporta mucha luz y con el que me siento bien. Tengo la impresión que el rojo es el color por excelencia. Pero lucho contra mis hábitos y me esfuerzo por explorar actualmente otras armonías.

En cuanto a la relación entre las imágenes y el texto, ¿qué momentos de un texto elige ilustrar? ¿Qué valora especialmente en un cuento?


Con mis ilustraciones intento construir una historia que no sea redundante con el texto. No es necesario parafrasearlo ni describirlo palabra por palabra. Trato de proponer otro punto de vista sobre la aventura, de atrapar al lector en un camino paralelo que va enriquecer su lectura y abrirle otras puertas. Hacerle tomar caminos tortuosos que le lleven incluso a dejar la lectura y volverla a retomar más tarde. Ser el contrapunto del autor para cuestionar al lector, para intrigarlo. Me gusta ilustrar un detalle insignificante del texto, poner en funcionamiento un personaje secundario, sorprender al lector para que no se aburra.



Los protagonistas de muchos de sus libros -Cyrano, Elvis o Princesas- escritos por usted o por su marido, Taï-Marc Le Thanh, son personajes conocidos. ¿Qué le atrae de estos personajes? ¿Su popularidad, sus historias…?


Ilustrar historias conocidas es todo un desafío pues hay que estar a la altura de lo que se ha hecho anteriormente, algo que también puede ser una ventaja. Estos personajes existen en el imaginario colectivo y sus nombres son evocadores. Leer como título Cyrano es ¡todo un programa! Es algo muy tentador para mí enfrentarlo. Se me vienen a la cabeza innumerables imágenes cuando comienzo a trabajar un personaje como Elvis o Pulgarcito. Tantas que hay que ordenarlas y sacarlas buen partido.




¿Qué es lo que le seduce de algunos de los cuentos populares que ha ilustrado, Nasrudín o Babayaga?


Cuando era niña me encantaba la historia de Babayaga. Recuerdo el libro, sus ilustraciones y a mi madre leyéndome la historia. Me golpeaba la crueldad del personaje y la violencia de la persecución. Fue un cuento que me dejó una impresión muy fuerte, un sentimiento de miedo y de alivio cuando todo acaba bien. Me puse contenta reviviendo esta historia y sus emociones, imaginándome mi propia versión. Sin embargo, cuando empecé a trabajar en Nasrudín no conocía al personaje y, lo confieso, no le tenía ningún apego.

Su mundo creativo se sitúa habitualmente en el pasado. ¿Por qué vuelve su mirada hacia atrás? ¿Qué busca con ello?


Hum… Me temo que estoy contaminada por la moda de lo retro, del vintage. Es cierto que el pasado hace soñar. Lo cotidiano y próximo es más duro; mejor un país lejano que la esquina de tu calle, la hierba crece siempre más verde al otro lado… Pero no me fijo en un pasado muy preciso, me gusta mezclar las referencias. No dudo en dibujar una toma eléctrica sobre un muro detrás de un personaje en ropa de la Edad Media. Nada me obliga. Los grandes vestidos, las formas amplias, los sombreros y accesorios divertidos encuentro que son más agradables y poéticos que un vaquero ajustado o una camiseta. Pero esto es mi sentimiento.



Muchos de sus personajes, siendo de diversas razas, tienen una gran similitud fisonómica, especialmente en sus ojos. ¿Por qué los pinta con esa amplitud y grandeza? ¿Por qué son tan fundamentales los ojos? ¿Por estética o por lo que significa ver?

No puedo explicarlo. Hay muchas cosas en mi trabajo que están ahí porque no sé hacerlas de otra forma, simplemente. Sin duda me gustaría cambiar las fisionomías de un personaje a otro, pero no puedo. Todos los ilustradores tienen tics y hábitos de los que no se pueden desprender. Es así que se logra un estilo. Yo trato desde hace cierto tiempo de cambiar mis personajes, identificándoles más profundamente, pero ¡es muy difícil!

Háblenos de la belleza. ¿Qué significa para usted? ¿Cómo busca y logra la belleza en sus ilustraciones?


¡Oh, la, la! Trabajo verdaderamente con feeling. Esta entrevista me fuerza a hacer teoría sobre mi propio trabajo, pues cuando estoy en medio de él no razono mucho y me dejo ir por mis sensaciones. Me fijo en mí, sinceramente, y en mis emociones. Luego las transcribo sobre una hoja tanto como puedo. No controlo la emoción del lector, soy feliz si se estremece pero no sé muy bien por qué.



¿Por qué le fascina su oficio de ilustradora? ¿Qué cualidades considera necesarias a la hora de desarrollar su trabajo?


Todos los días me repito que tengo una increíble oportunidad de poder vivir de mi pasión. No vacilo en ponerme a trabajar. Las vacaciones largas me cansan y no suelo hacerlas mucho. Verdaderamente no tengo la impresión de trabajar. Sin embargo sé que para tratar de llegar a un trabajo de calidad hacen falta horas y horas, investigando y sobre el tablero. Todo está por hacer. Siempre se busca progresar, algo que no está en duda. No hay que dormirse por un pequeño triunfo o tras una obra algo exitosa. Trato cada día de sorprenderme a mí misma, hacerlo mejor que ayer. No es fácil.

¿Qué lugares, momentos o situaciones le inspiran y le generan ideas para su trabajo?


Sinceramente, cualquier lugar, cualquier momento me pueden inspirar. Y a menudo no son los que se piensan “inspiradores”. Ante bonitos lugares o bellos paisajes siempre me hago la reflexión: “Ah, este decorado te va a llenar de ideas”, pero no es forzosamente cierto. Los encuadres magníficos son al final algo gélido; en un contexto común y anodino hay que descubrir el pequeño rincón de belleza, el pequeño rayo de luz que ilumina todo lo feo de su entorno. Esto es lo más excitante.



¿Cómo valora el hecho de hacer libros para niños? ¿Es una alegría, un reto, una responsabilidad…?


No pienso específicamente en los niños cuando trabajo, pienso en gentes de todas las edades. De hecho, muchos de mis libros son comprados por adultos. Hasta ahora no he sentido el peso de la responsabilidad, pero no he tenido encargos delicados. Este año estoy ilustrando la Biblia, que Phillipe Lechermeier cuenta a su manera, y siento que hay que hacer elecciones, tomar responsabilidades, ¡sí! Pero es algo excitante.

Ternura, alegría, miedo, curiosidad, admiración… son algunas de las palabras que nacen después de ver sus libros. ¿Qué le gustaría que sintieran los lectores?


Todo lo que se cita me parece ya suficiente. Sueño, evasión, tener un poco de emoción para sentirse vivo.



¿Qué sentimientos le producen los encuentros con lectores infantiles, en escuelas y bibliotecas, o con futuros ilustradores?

El oficio de ilustrador es muy solitario, algo que me conviene. Pero hace bien salir de tu taller para encontrar a los “otros”. Me gusta mucho reencontrarme en los salones con amigos autores e ilustradores con los que poder compartir nuestras experiencias y dificultades. Con los niños tomo tierra, algo que me permite comentar su percepción de mi trabajo, a veces verdaderamente fuera de lugar. Las discusiones con los niños replantean todo; es muy emocionante y reconfortante ver que el libro existe en carne y hueso a los ojos de estos lectores. En general, vuelvo de los salones agotada, pero muy reconfortada.
Cuando me encuentro con estudiantes, ellos me permiten también replantearme mi trabajo. Me obligan a analizar las cosas, a hacerme preguntas e intentar responderlas, algo que me permite trabajar después mejor. Intento aplicar los consejos que doy a los más jóvenes cuando regreso de un taller. Dicho esto, no tengo tanta experiencia aún.




¿Cómo se siente tras el éxito que han obtenido algunos de sus libros en Francia o España?


Es verdad que España es el país donde mis libros han tenido más éxito después de Francia. No me lo explico, pero me regocija. Italia es muy abierta también, Europa en general. En cambio los ingleses no conocen bien mi trabajo; el mercado en lengua inglesa es muy cerrado, mucho; solo he sido editada en los Estados Unidos por primera vez este año. ¡Inverosímil!
Intento no dormirme en los laureles del éxito, aunque este me da confianza y me permite encontrar abiertas las puertas de los editores y, por consiguiente, vivir confortablemente de mi oficio y poder elegir mis proyectos. Y esto, ¡esto no tiene precio!

¿Qué proyectos le gustaría desarrollar en el futuro?

Terminé Alicia, ¡uf! Salió en Francia en noviembre y ha salido en España esta primavera. La Biblia, sobre la que estoy ahora, es un enorme trabajo -decenas y decenas de planchas- que me llevara probablemente dos años. Enseguida voy a ilustrar por primera vez una novela para adultos. Se trata de Seda, un texto de Alessandro Baricco. Estoy contenta de esta nueva experiencia.
Trabajo igualmente en un largometraje de animación con Tai-Marc Le Thanh, donde nuestro álbum Elvis es el punto de partida. Es un trabajo también a largo plazo. Posteriormente hay miles de cosas que podría intentar: ilustrar una novela policiaca, hacer un cómic, montar un stop-motion (cortometraje foto a foto), etc, etc.
 


Merci beacoup, Reb.




(Traducción del francés de Débora Wainschenker y Antoine Schamael)


Breve biografía de Rebecca Dautremer:


Rebecca nació en Gap (Francia) en 1971. Su infancia transcurrió entre valles alpinos y la cercanía del rio Drôme para comenzar estudios de artes decorativas en París. Formada en la Escuela Superior de Artes de la ciudad de la luz pronto encontró su primer trabajo como ilustradora en 1995 para el libro de Alphonse Daudet El niño espía. Al año siguiente comienza a trabajar con la editorial Gautier-Languereau, editorial que la acoge y le permite realizar trabajos propios, siendo en la actualidad la casa de edición de sus grandes éxitos, sola o en colaboración de su marido Tai-Marc Le Thanh.
Poseedora de una excelente técnica, sus ilustraciones destacan por la creación de atmosferas sugerentes, de imágenes con un bello misterio, llenas de color y luz. Amante de la fotografía, que ejerció en sus comienzos, sus dibujos son todo un trabajo de encuadre, profundidad y contrastes. Algún trabajo publicitario suyo muestra también su gusto por los colores vivos. Sus actividades como ilustradora y diseñadora de vestidos y escenografías para varios espectáculos le han llevado al cine, estrenándose su primer largometraje como directora artística, bajo la dirección general de Dominique Monféry, el pasado mes de diciembre: Kérity y la casa de los cuentos.
Sus dibujos y otras dinamismos artísticos pueden verse en su libro Artbook Rebecca Dautremer (2009, Editions du Chêne). Rebecca tiene una primorosa página web donde puede admirarse su trabajo y novedades: http://www.rebeccadautremer.com/




Breve bibliografía:

Las ediciones españolas de sus libros por orden cronológico es la siguiente:
- (2001) El gigante y los pájaros. Timun Mas (Texto: Ghislaine Biondi)
- (2003) Enamorados. Kokinos (Texto: Rebecca Dautremer)
- (2005) Princesas olvidadas o desconocidas. Edelvives (Texto: Phillipe Lechermeier)
- (2006) Nasrudin. Edelvives (Texto: Odile Weulersse)
- (2007) Nasrudin y el asno. Edelvives (Texto: Odile Weulersse)
- (2008) Sentimiento. Edelvives (Texto: Carl Norac)
- (2008) ¿Quién ha sido? o un vientecillo perfumado. Edelvives (Texto: Tai-Marc Le Thanh)
- (2008) El pastor o en que piensan los corderos antes de dormirse. Edelvives (Texto: Tai-Marc Le Thanh)
- (2008) La hermanita carnívora o la enfermedad del cordero loco. Edelvives (Texto: Tai-Marc Le Thanh)
- (2008) La tortuga gigante de Galápagos. Edelvives (Texto: Rebecca Dautremer)
- (2008) Los cochinos o un ramillete de papelejos. Edelvives (Texto: Tai-Marc Le Thanh)
- (2009) Elvis. Edelvives (Texto: Tai-Marc Le Thanh)
- (2009) Babayaga. Edelvives (Texto: Tai-Marc Le Thanh)
- (2009) Cyrano. Edelvives (Texto: Tai-Marc Le Thanh)
- (2009) El diario secreto de Pulgarcito. Edelvives (Texto: Phillipe Lechermeier)
- (2009) Hilo de hada. Edelvives (Texto: Phillipe Lechermeier)
- (2010) En la época de los castillos. Larousse (Texto y desplegable: Rebecca Dautremer)
- (2010) Nat y el secreto de Eleonora. Edelvives (Texto: Rebecca Dautremer)
- (2010) Swing Café. Kókinos (Texto: Carl Norac)
- (2011) El libro que vuela. Edelvives (Texto: Pierre Laury)
- (2011) La gran corriente de aire. Edelvives (Texto: Tai-Marc Le Thanh)
- (2011) Alicia en el país de las maravillas. Edelvives (Texto: Lewis Carroll)

- (2013) El pequeño Teatro de Rebecca. Edelvives (Texto: V.V.A.A)  
 - (2013) Seda. Edelvives (Texto: Alessandro Baricco) 


 - (2016) Dautremer y viceversa. Edelvives (Tai-Marc Le Thanh)