La elegancia de Lisbeth
“Lisbeth Zwerger toma partido cuando pinta. Toma partido por todo aquello que es humano, y haciéndolo expone los más profundos significados de los cuentos de hadas y clásicos. Además, lo hace con un fantástico empleo del espacio, con una delicada perfección en su sentido del color, con una inesperada mezcla de humor y poesía, con un movimiento como de ballet en sus personajes que aporta un componente moderno a lo que, a primera vista, podría parecer un tributo a la tradición en el trabajo de una artista gráfica contemporánea.”
Arthur Rackham, Ernst H. Shepard, Jiri Trnka, Gustav Klimt y Egon Schiele son algunos de los artistas que han influido en su trabajo, ¿qué le fascinó de cada uno de ellos?
Todos ellos fueron importantes para mí hace muchos años. No me resulta fácil decir ahora lo que sentía entonces. Lo que me impresionó de Arthur Rackham y Ernest H. Shepard es su increíble habilidad para dibujar. Cuando empecé a trabajar como ilustradora no había visto nada de ese tipo. La ilustración de libros para niños de los cincuenta y sesenta me parecía un poco naíf. La única excepción con la que me encontré fue Jiri Trnka. Su trabajo tiene una mayor calidad pictórica que el de Rackham y Shepard. Un colorido muy romántico, todos esos diseños diferentes, los hermosos y a menudo cálidos personajes..., contemplar los dibujos de Trnka aún me hace sumergirme en un mundo mágico.
Desgraciadamente, no quiero decir nada de Klimt y Schiele, al vivir en Viena estoy constantemente confrontada con ellos. Es triste ver cómo sus cuadros aparecen hasta en cajas de bombones y en papel pintado. Ya no puedo recordar lo que sentí al crecer con ellos.
¿Cómo describiría la evolución que han tenido sus ilustraciones a lo largo de estos años? ¿Cuál es su búsqueda, su camino artístico de futuro?
Comencé con dibujos muy pequeños y muy oscuros que no llegaron a publicarse. Luego fueron haciéndose más grandes, todavía oscuros, y a continuación vino una larga fase de fondos empañados. Después de un tiempo, esto comenzó a resultarme aburrido, así que empecé a utilizar más color. El primer libro en este estilo fue Till Eulenspiegel (Till el travieso, Editorial Destino, 1989).
Háblenos del color, ¿qué es para usted el color y en qué registros lo utiliza?
¡Me gustaría poder decirlo! Tenemos la gran suerte de que la mayoría de nosotros podamos ver y experimentar el color. No cabe duda de que todo el mundo ve algo más en él.
Algunas personas muy afortunadas pueden hablar del color. Desafortunadamente, yo no puedo hacerlo.
De los cuentos o historias que ilustra, la mayoría son cuentos clásicos o de autores clásicos. ¿Qué le atrae tanto del cuento tradicional que no encuentra en los cuentos modernos?
De nuevo, debería visitar a mi psiquiatra. A lo largo de todos estos años sólo me han ofrecido historias acerca de ratones y conejos. Pienso que el principal interés de mi editor está concentrado en las ilustraciones más que en las historias. Puede que sea la razón por la que no me hayan ofrecido historias interesantes. Sin embargo, ahora tengo dos propuestas muy interesantes: una está escrita por un escritor inglés muy conocido. Y el otro proyecto es de un famoso escritor austriaco que me ha pedido ilustrar una historia que aún está por escribir. En ambos casos puedo decir que no son historias modernas sino intemporales. ¿Por qué me gustan los cuentos clásicos? En fin, porque son cuentos increíblemente buenos. Si algo se convierte en clásico, normalmente es bueno. Por ejemplo, las historias de Dickens o Wilde son realmente interesantes. Lo mismo pasa con E.T.A. Hoffmann.
Muchos de los cuentos modernos me parecen muy simples, tanto en lo que se refiere a la historia como al propio lenguaje: un osito de peluche busca amigos... También muchos de los álbumes ilustrados modernos me parecen didácticos.
¿Qué momentos le gusta ilustrar de las historias en las que trabaja?
Es difícil de decir. Resulta que muchos de mis libros son libros de sueños: Alicia, Little Hobbin, El mago de Oz, Canción de Navidad, etc. Pero, ¿qué momento…?
Cuentos, ilustraciones y niños, ¿qué quiere usted ofrecer a la infancia con los libros que hace?
En realidad me propongo encantarles. Pero también quiero encantar a los adultos.
¿Qué piensa sobre la relación entre la ilustración y el arte? ¿Es arte, la ilustración? ¿Es otro arte? ¿Es un arte menor?
Si es buena, es arte. Si es mala, no lo es.
¿Qué significa para usted la familia Neugebauer, sus editores?
¡Sí, los Neugebauers! Sin ellos yo no estaría donde estoy ahora. Ellos me han dado muchísima libertad; se preocupaban por la calidad: buen diseño, buen papel, buena impresión. Friedrich Neugebauer era un gran calígrafo. Y una persona totalmente idealista. Michael es un gran diseñador gráfico. Cuando le entrego mis dibujos, él siempre saca de ellos lo mejor. Michael es también un amigo y hace muchos años, cuando me casé con John Rowe, él era incluso nuestro “mejor hombre”.
¿Siente que su trabajo está valorado internacionalmente por los premios que recibe, por los libros que edita o por los lectores que disfrutan con sus obras?
Citaré a un librero: “cuando veo que un libro ha recibido un premio pienso, oh Dios, éste no venderá”. Fui muy afortunada porque Michael Neugebauer siempre tenía (no ahora, desgraciadamente) un socio americano que sacaba mis libros en inglés. También hemos tenido coproducciones en muchas lenguas extranjeras. Un libro se publicaba a la vez en alemán, inglés, francés, italiano y holandés. Ahora alguna gente puede trabajar con un editor en lengua alemana que nunca vende los derechos a otros editores extranjeros.
Obviamente, espero que la gente compre mis libros porque les gustan las ilustraciones.
Gracias, Lisbeth, por su trabajo y por sus palabras.
Selección Bibliográfica:
*Das Fremde Kind. E.T.A. Hoffmann Neugebauer Verlag, Zürich, Suisse, 1977.
The Strange Child. Picture Book Studio, USA.
(El niño extraño)
*Hänsel und Gretel. Hermanos Grimm. Neugebauer Verlag, 1979.
Hansel and Gretel. Picture Book Studio, USA
Hänsel et Gretel. Nord-Sud, Francia.
(Hansel y Gretel)
*Pulgarcilla. Hans Christian Andersen. Destino, Barcelona, 1985.
*Die Sieben Raben. Hermanos Grimm. Neugebauer Verlag. Zürich, Suisse, 1981.
Entrevista publicada en el nº 90 de la Revista de LIJ Peonza, Santander.
Dijo el presidente del jurado del Premio Andersen que le concedieron en 1990.Lisbeth Zwerger nació en Viena, Austria, en 1954, y desde muy pequeña se dedicó a crear imágenes que ilustrasen sus cuentos preferidos. Algunas de sus primeras iluatraciones, creadas por una niña soñadora de seis años, contienen el germen de lo que sería la producción de una de las mejores ilustradoras infantiles contemporáneas: un enorme amor y respeto por la magia de los cuentos para niños.
Su obra ha recibido multitud de premios a lo largo de su carrera, entre ellos varios otorgados por la Feria del Libro Infantil de Bologna, por el Estado austriaco para los mejores libros infantiles, el último en 1998, así como la Medalla de Oro de la República Austriaca en 2003, la Manzana de Oro de la Biennal de Bratislava y el Premio Hans Christian Andersen en 1990.
Su obra ha recibido multitud de premios a lo largo de su carrera, entre ellos varios otorgados por la Feria del Libro Infantil de Bologna, por el Estado austriaco para los mejores libros infantiles, el último en 1998, así como la Medalla de Oro de la República Austriaca en 2003, la Manzana de Oro de la Biennal de Bratislava y el Premio Hans Christian Andersen en 1990.
Tras unos comienzos decepcionantes en la Escuela de Artes Aplicadas de Viena, que llega a abandonar a los 20 años, mantiene su intención de ser ilustradora. ¿Qué le impulsó hacia la ilustración en lugar de hacia la pintura?
Durante años he tenido la intención de visitar a un psiquiatra para intentar descubrir por qué me gusta hacer dibujos que acompañen a una historia. Hasta ahora no he encontrado la respuesta. Supongo que es una tendencia con la que nací. Necesito historias, sin ellas probablemente estaría perdida. Necesito que sean de otra persona porque no quiero escribirlas yo misma. Quiero ser sorprendida por una buena historia y no sería capaz de sorprenderme si yo la escribo. Quiero identificarme con los personajes y llegar a captar el tono de la historia.
¿Pero en cualquier caso qué es pintar? En los tiempos de Miguel Ángel, Uccello, Tiépolo, etc. pintar quería decir ilustrar. El principal tema de esos pintores era la Biblia. Eran grandes ilustradores.
Y después de más de treinta años ilustrando, ¿cómo se siente? ¿Qué es lo que más valora de su trabajo en este tiempo, desde el punto de vista personal?
Este es mi personal punto de vista: me encantaría tomarme un descanso por, al menos, un año. Acostumbraba a disfrutar del hecho de perderme dentro de una ilustración, tranquila. Con un sentimiento de disponer de una cantidad de tiempo interminable para hacer mi trabajo. Pero las cosas han cambiado. Constantes interrupciones desde todos sitios, peticiones, correos que requieren respuesta, etc., me apartan del trabajo. Solía adorar mi trabajo. Pero ahora ya no. Apenas consigo hacer lo que quiero hacer. ¡Entre enero y agosto tan sólo he conseguido terminar tres ilustraciones y media! También los tiempos han cambiado para los ilustradores en general. Quizá no en España, pero sí definitivamente en los países de lengua alemana y en Estados Unidos. Las ventas de libros ilustrados están descendiendo y es difícil vivir de la ilustración. Parece que hay varias razones que explican esta situación: los juguetes electrónicos para niños, los padres no disponen de tiempo para leer a sus hijos... También hay un extraño proceso en el panorama de las librerías: las grandes cadenas están arruinando a los pequeños libreros. Así que, con todo lo dicho, la realidad es que ahora mismo no aprecio realmente nada de mi trabajo.
Durante años he tenido la intención de visitar a un psiquiatra para intentar descubrir por qué me gusta hacer dibujos que acompañen a una historia. Hasta ahora no he encontrado la respuesta. Supongo que es una tendencia con la que nací. Necesito historias, sin ellas probablemente estaría perdida. Necesito que sean de otra persona porque no quiero escribirlas yo misma. Quiero ser sorprendida por una buena historia y no sería capaz de sorprenderme si yo la escribo. Quiero identificarme con los personajes y llegar a captar el tono de la historia.
¿Pero en cualquier caso qué es pintar? En los tiempos de Miguel Ángel, Uccello, Tiépolo, etc. pintar quería decir ilustrar. El principal tema de esos pintores era la Biblia. Eran grandes ilustradores.
Y después de más de treinta años ilustrando, ¿cómo se siente? ¿Qué es lo que más valora de su trabajo en este tiempo, desde el punto de vista personal?
Este es mi personal punto de vista: me encantaría tomarme un descanso por, al menos, un año. Acostumbraba a disfrutar del hecho de perderme dentro de una ilustración, tranquila. Con un sentimiento de disponer de una cantidad de tiempo interminable para hacer mi trabajo. Pero las cosas han cambiado. Constantes interrupciones desde todos sitios, peticiones, correos que requieren respuesta, etc., me apartan del trabajo. Solía adorar mi trabajo. Pero ahora ya no. Apenas consigo hacer lo que quiero hacer. ¡Entre enero y agosto tan sólo he conseguido terminar tres ilustraciones y media! También los tiempos han cambiado para los ilustradores en general. Quizá no en España, pero sí definitivamente en los países de lengua alemana y en Estados Unidos. Las ventas de libros ilustrados están descendiendo y es difícil vivir de la ilustración. Parece que hay varias razones que explican esta situación: los juguetes electrónicos para niños, los padres no disponen de tiempo para leer a sus hijos... También hay un extraño proceso en el panorama de las librerías: las grandes cadenas están arruinando a los pequeños libreros. Así que, con todo lo dicho, la realidad es que ahora mismo no aprecio realmente nada de mi trabajo.
Arthur Rackham, Ernst H. Shepard, Jiri Trnka, Gustav Klimt y Egon Schiele son algunos de los artistas que han influido en su trabajo, ¿qué le fascinó de cada uno de ellos?
Todos ellos fueron importantes para mí hace muchos años. No me resulta fácil decir ahora lo que sentía entonces. Lo que me impresionó de Arthur Rackham y Ernest H. Shepard es su increíble habilidad para dibujar. Cuando empecé a trabajar como ilustradora no había visto nada de ese tipo. La ilustración de libros para niños de los cincuenta y sesenta me parecía un poco naíf. La única excepción con la que me encontré fue Jiri Trnka. Su trabajo tiene una mayor calidad pictórica que el de Rackham y Shepard. Un colorido muy romántico, todos esos diseños diferentes, los hermosos y a menudo cálidos personajes..., contemplar los dibujos de Trnka aún me hace sumergirme en un mundo mágico.
Desgraciadamente, no quiero decir nada de Klimt y Schiele, al vivir en Viena estoy constantemente confrontada con ellos. Es triste ver cómo sus cuadros aparecen hasta en cajas de bombones y en papel pintado. Ya no puedo recordar lo que sentí al crecer con ellos.
¿Cómo describiría la evolución que han tenido sus ilustraciones a lo largo de estos años? ¿Cuál es su búsqueda, su camino artístico de futuro?
Comencé con dibujos muy pequeños y muy oscuros que no llegaron a publicarse. Luego fueron haciéndose más grandes, todavía oscuros, y a continuación vino una larga fase de fondos empañados. Después de un tiempo, esto comenzó a resultarme aburrido, así que empecé a utilizar más color. El primer libro en este estilo fue Till Eulenspiegel (Till el travieso, Editorial Destino, 1989).
Háblenos del color, ¿qué es para usted el color y en qué registros lo utiliza?
¡Me gustaría poder decirlo! Tenemos la gran suerte de que la mayoría de nosotros podamos ver y experimentar el color. No cabe duda de que todo el mundo ve algo más en él.
Algunas personas muy afortunadas pueden hablar del color. Desafortunadamente, yo no puedo hacerlo.
Los colores tenues, suaves de los primeros años, dan paso a ilustraciones llenas de colores vivos a partir de un momento dado. Lo mismo sucede con el dibujo y la línea, también tienen una evolución, pasan de ser múltiples, como de apunte o boceto, en los libros de los primeros años como El gigante egoísta o El regalo de los Reyes Magos, a ser una línea única, clara y diáfana después y, en la actualidad, El arca de Noé es una línea delicada y sutil. Explíquenos a qué se debe ese cambio.
Para mí, la razón más común del cambio es el aburrimiento. Por otra parte, a veces una historia puede requerir un cambio. En 1989 hice mi libro más suave y pálido: Las Fábulas de Esopo. Por aquel entonces empezaba a aburrirme de este estilo. El siguiente libro que quise hacer fue Till Eulenspiegel, una colección de cuentos acerca de una especie de bufón medieval. Posiblemente no hubiera podido hacerlo en este suave estilo de colores terrosos empañados. Lo que tenía en mente eran los manuscritos iluminados de la Edad Media: sus dibujos tan claros, vigorosos y coloridos. Así que cambié y disfruté muchísimo haciéndolo. Tenéis razón: el abocetado de mis viejos libros ha desaparecido. De nuevo la razón para el cambio es que uno no puede hacer siempre lo mismo; de otra manera se hace aburrido. No necesariamente para el lector o el “contemplador” pero sí para mí. Después de un tiempo, un estilo de dibujar o pintar puede convertirse en una forma de manierismo, algo que se hace sólo como un espectáculo, no por otra razón.
Los personajes de sus ilustraciones siempre tienen el protagonismo absoluto en sus ilustraciones, destacan sobre fondos de color y blancos. ¿Por qué da ese carácter tan secundario a los ambientes?
De nuevo, es cierto: los personajes son lo que más me importa. Me gusta identificarme con ellos y mostrar lo que sienten. Lo ideal es que hubiera un equilibrio entre el fondo y los personajes. Sin embargo, tengo un problema con los dibujos abigarrados: no puedo leerlos. ¿Será un problema psicológico? Así que tengo que dibujar personajes en un escenario limpio. Diría que es algo que también hace un director de cine: elige fondos bien tranquilos para las escenas de diálogo.
Los personajes de sus ilustraciones siempre tienen el protagonismo absoluto en sus ilustraciones, destacan sobre fondos de color y blancos. ¿Por qué da ese carácter tan secundario a los ambientes?
De nuevo, es cierto: los personajes son lo que más me importa. Me gusta identificarme con ellos y mostrar lo que sienten. Lo ideal es que hubiera un equilibrio entre el fondo y los personajes. Sin embargo, tengo un problema con los dibujos abigarrados: no puedo leerlos. ¿Será un problema psicológico? Así que tengo que dibujar personajes en un escenario limpio. Diría que es algo que también hace un director de cine: elige fondos bien tranquilos para las escenas de diálogo.
¿Cuáles son las líneas que dibujan su obra: el mercado, la intuición, la belleza?
Definitivamente, solía ser la búsqueda de la belleza. Mi intuición me dice: ¡busca la belleza! Ahora a mi editor le gustaría que traba- jara para el inexistente mercado. Lo que, en realidad, no funciona.
Definitivamente, solía ser la búsqueda de la belleza. Mi intuición me dice: ¡busca la belleza! Ahora a mi editor le gustaría que traba- jara para el inexistente mercado. Lo que, en realidad, no funciona.
Sus ilustraciones abren ventanas, ¿a qué mundos se abren sus imágenes?
¡Una pregunta muy interesante! Supongo que si mis ilustraciones abren ventanas lo hacen a un mundo romántico, hace tiempo desaparecido.
¡Una pregunta muy interesante! Supongo que si mis ilustraciones abren ventanas lo hacen a un mundo romántico, hace tiempo desaparecido.
De los cuentos o historias que ilustra, la mayoría son cuentos clásicos o de autores clásicos. ¿Qué le atrae tanto del cuento tradicional que no encuentra en los cuentos modernos?
De nuevo, debería visitar a mi psiquiatra. A lo largo de todos estos años sólo me han ofrecido historias acerca de ratones y conejos. Pienso que el principal interés de mi editor está concentrado en las ilustraciones más que en las historias. Puede que sea la razón por la que no me hayan ofrecido historias interesantes. Sin embargo, ahora tengo dos propuestas muy interesantes: una está escrita por un escritor inglés muy conocido. Y el otro proyecto es de un famoso escritor austriaco que me ha pedido ilustrar una historia que aún está por escribir. En ambos casos puedo decir que no son historias modernas sino intemporales. ¿Por qué me gustan los cuentos clásicos? En fin, porque son cuentos increíblemente buenos. Si algo se convierte en clásico, normalmente es bueno. Por ejemplo, las historias de Dickens o Wilde son realmente interesantes. Lo mismo pasa con E.T.A. Hoffmann.
Muchos de los cuentos modernos me parecen muy simples, tanto en lo que se refiere a la historia como al propio lenguaje: un osito de peluche busca amigos... También muchos de los álbumes ilustrados modernos me parecen didácticos.
¿Qué momentos le gusta ilustrar de las historias en las que trabaja?
Es difícil de decir. Resulta que muchos de mis libros son libros de sueños: Alicia, Little Hobbin, El mago de Oz, Canción de Navidad, etc. Pero, ¿qué momento…?
Cuentos, ilustraciones y niños, ¿qué quiere usted ofrecer a la infancia con los libros que hace?
En realidad me propongo encantarles. Pero también quiero encantar a los adultos.
¿Qué piensa sobre la relación entre la ilustración y el arte? ¿Es arte, la ilustración? ¿Es otro arte? ¿Es un arte menor?
Si es buena, es arte. Si es mala, no lo es.
¿Qué valor tiene el álbum ilustrado en la educación estética de los niños? ¿Está de acuerdo con la afirmación de Kveta Pacovská: “El álbum ilustrado es el primer museo al que se acerca un niño”?
Estoy completamente de acuerdo con ella. Es una cita muy buena. Desgraciadamente, no creo que los libros ilustrados estén siendo suficientemente utilizados en la educación estética oficial. En los Estados Unidos los maestros utilizan álbumes en las escuelas, empezando por las de educación infantil. Aquí en Austria no lo hacen. Los maestros (al menos en mi país) no tienen suficiente educación estética. En cualquier caso, soy muy pesimista acerca de la educación estética en el futuro.
Durante un breve periodo de tiempo, en los primeros noventa, hubo un boom de álbumes ilustrados de buena calidad. Pero es algo del pasado. Los editores intentan desesperadamente vender y (¿acertadamente?) presuponen que sólo pueden vender kitsch. Así que la gente tiene que comprar lo que se les ofrece y se ven confrontados con kitsch. Es un círculo vicioso. Y para rematar, Internet no es un ámbito de extremadamente buen gusto. En rea- lidad, he llegado a la conclusión que el gusto no constituye una preocupación en nuestro tiempo. Si nos fijamos en los diseños de ropa, por ejemplo, comprobamos que la gente no se preocupa por el gusto en absoluto. Es algo más patente cuando ves a los turistas. Nadie se preocupa por la belleza o la elegancia. La basura es la cosa del momento. Y si no hay educación estética y visual, la belleza y la elegancia se convierten en cosas del pasado.
Estoy completamente de acuerdo con ella. Es una cita muy buena. Desgraciadamente, no creo que los libros ilustrados estén siendo suficientemente utilizados en la educación estética oficial. En los Estados Unidos los maestros utilizan álbumes en las escuelas, empezando por las de educación infantil. Aquí en Austria no lo hacen. Los maestros (al menos en mi país) no tienen suficiente educación estética. En cualquier caso, soy muy pesimista acerca de la educación estética en el futuro.
Durante un breve periodo de tiempo, en los primeros noventa, hubo un boom de álbumes ilustrados de buena calidad. Pero es algo del pasado. Los editores intentan desesperadamente vender y (¿acertadamente?) presuponen que sólo pueden vender kitsch. Así que la gente tiene que comprar lo que se les ofrece y se ven confrontados con kitsch. Es un círculo vicioso. Y para rematar, Internet no es un ámbito de extremadamente buen gusto. En rea- lidad, he llegado a la conclusión que el gusto no constituye una preocupación en nuestro tiempo. Si nos fijamos en los diseños de ropa, por ejemplo, comprobamos que la gente no se preocupa por el gusto en absoluto. Es algo más patente cuando ves a los turistas. Nadie se preocupa por la belleza o la elegancia. La basura es la cosa del momento. Y si no hay educación estética y visual, la belleza y la elegancia se convierten en cosas del pasado.
¿Qué significa para usted la familia Neugebauer, sus editores?
¡Sí, los Neugebauers! Sin ellos yo no estaría donde estoy ahora. Ellos me han dado muchísima libertad; se preocupaban por la calidad: buen diseño, buen papel, buena impresión. Friedrich Neugebauer era un gran calígrafo. Y una persona totalmente idealista. Michael es un gran diseñador gráfico. Cuando le entrego mis dibujos, él siempre saca de ellos lo mejor. Michael es también un amigo y hace muchos años, cuando me casé con John Rowe, él era incluso nuestro “mejor hombre”.
¿Siente que su trabajo está valorado internacionalmente por los premios que recibe, por los libros que edita o por los lectores que disfrutan con sus obras?
Citaré a un librero: “cuando veo que un libro ha recibido un premio pienso, oh Dios, éste no venderá”. Fui muy afortunada porque Michael Neugebauer siempre tenía (no ahora, desgraciadamente) un socio americano que sacaba mis libros en inglés. También hemos tenido coproducciones en muchas lenguas extranjeras. Un libro se publicaba a la vez en alemán, inglés, francés, italiano y holandés. Ahora alguna gente puede trabajar con un editor en lengua alemana que nunca vende los derechos a otros editores extranjeros.
Obviamente, espero que la gente compre mis libros porque les gustan las ilustraciones.
Gracias, Lisbeth, por su trabajo y por sus palabras.
Selección Bibliográfica:
*Das Fremde Kind. E.T.A. Hoffmann Neugebauer Verlag, Zürich, Suisse, 1977.
The Strange Child. Picture Book Studio, USA.
(El niño extraño)
*Hänsel und Gretel. Hermanos Grimm. Neugebauer Verlag, 1979.
Hansel and Gretel. Picture Book Studio, USA
Hänsel et Gretel. Nord-Sud, Francia.
(Hansel y Gretel)
*Pulgarcilla. Hans Christian Andersen. Destino, Barcelona, 1985.
*Die Sieben Raben. Hermanos Grimm. Neugebauer Verlag. Zürich, Suisse, 1981.
The Seven Ravens. Picture Book Studio, USA.
(Los siete cuervos)
*El Porquerol. H. C. Andersen., Destino, Barcelona, 1989.
El Porquerizo. Gaviota, Madrid, 1997.
*El Regalo de los Reyes Magos. O. Henry. Altea, Madrid, 1986.
(Los siete cuervos)
*El Porquerol. H. C. Andersen., Destino, Barcelona, 1989.
El Porquerizo. Gaviota, Madrid, 1997.
*El Regalo de los Reyes Magos. O. Henry. Altea, Madrid, 1986.
*Rotkäppchen. Hermanos Grimm. Neugebauer Verlag, 1983.
Little Red Cap. Picture Book Studio, USA.
Le Petit Chaperon rouge. Nord-Sud, Francia.
(Caperucita Roja)
*El gigante egoísta. Oscar Wilde. Altea, Madrid, 1988.
*El Ruiseñor. H. C.Andersen. Destino, Barcelona, 1987.
*Canción de Navidad. Charles Dickens. Destino, Barcelona, 1988.
*Till el travieso. Heinz Janisch. Destino, Barcelona, 1991.
*Cuentos de Andersen. H. C. Andersen. Gaviota, Madrid, 1993.
*Der kleine Häwelmann. Theodor Storm, Neugebauer Verlag, Zürich, Suisse, 1995.
Little Hobbin .North-South Books, USA.
Jean-le-Mignot. Nord-Sud, Francia.
*Der Zauberer von Oz. L. Frank Baum. Neugebauer Verlag. Zürich, Suisse, 1996.
The Wizard of Oz. North-South Books, N. York, USA.
Le Magicien d’Oz. Nord-Sud, Francia.
(El Mago de Oz)
*Die Arche Noah. Heinz Janisch. Neugebauer Verlag, Zürich, Suisse, 1997.
Le Petit Chaperon rouge. Nord-Sud, Francia.
(Caperucita Roja)
*El gigante egoísta. Oscar Wilde. Altea, Madrid, 1988.
*El Ruiseñor. H. C.Andersen. Destino, Barcelona, 1987.
*Canción de Navidad. Charles Dickens. Destino, Barcelona, 1988.
*Till el travieso. Heinz Janisch. Destino, Barcelona, 1991.
*Cuentos de Andersen. H. C. Andersen. Gaviota, Madrid, 1993.
*Der kleine Häwelmann. Theodor Storm, Neugebauer Verlag, Zürich, Suisse, 1995.
Little Hobbin .North-South Books, USA.
Jean-le-Mignot. Nord-Sud, Francia.
*Der Zauberer von Oz. L. Frank Baum. Neugebauer Verlag. Zürich, Suisse, 1996.
The Wizard of Oz. North-South Books, N. York, USA.
Le Magicien d’Oz. Nord-Sud, Francia.
(El Mago de Oz)
*Die Arche Noah. Heinz Janisch. Neugebauer Verlag, Zürich, Suisse, 1997.
Noah’s Ark. North-South Books, N. York, USA.
(El Arca de Noé)
*Alice im Wunderland, Lewis Carroll, Neugebauer Verlag, Zürich, Suisse, 1999.
Alice in Wonderland, North-South Books, USA. Alice au Pays des Merveilles, Nord-Sud, Francia. (Alicia en el País de las Maravillas)
*Wie das Kamel zu seinem Höcker kam. Rudyard Kipling. Neugebauer Ver- lag, Zürich, Suisse, 2001.
How the Camel Got His Hump. North-South Books, USA.
Comment le chameau eut sa bosse. Nord-Sud, Francia.
(Así fue como consiguió el camello su joroba)
*Nussknacker. E.T.A. Hofmann. Neugebauer Verlag, Zürich, Suisse, 2003.
The Nutcracker. North-South Books, USA.
Casse-Noisette et le Roi des souris. Nord-Sud, Francia.
(El Cascanueces)
*Die Kleine Meerjungfrau. H. C. Andersen. Neugebauer Verlag, Zürich, Suisse, 2004.
The Little Mermaid. Minedition, USA.
(El Arca de Noé)
*Alice im Wunderland, Lewis Carroll, Neugebauer Verlag, Zürich, Suisse, 1999.
Alice in Wonderland, North-South Books, USA. Alice au Pays des Merveilles, Nord-Sud, Francia. (Alicia en el País de las Maravillas)
*Wie das Kamel zu seinem Höcker kam. Rudyard Kipling. Neugebauer Ver- lag, Zürich, Suisse, 2001.
How the Camel Got His Hump. North-South Books, USA.
Comment le chameau eut sa bosse. Nord-Sud, Francia.
(Así fue como consiguió el camello su joroba)
*Nussknacker. E.T.A. Hofmann. Neugebauer Verlag, Zürich, Suisse, 2003.
The Nutcracker. North-South Books, USA.
Casse-Noisette et le Roi des souris. Nord-Sud, Francia.
(El Cascanueces)
*Die Kleine Meerjungfrau. H. C. Andersen. Neugebauer Verlag, Zürich, Suisse, 2004.
The Little Mermaid. Minedition, USA.
La petite sirène. Nord-Sud, Francia. (La Sirenita)
*Le joueur de flûte Hamelin. Hermanos Grimm. Neugebauer Verlag, Zürich, Suisse, 2009.
*Le joueur de flûte Hamelin. Hermanos Grimm. Neugebauer Verlag, Zürich, Suisse, 2009.
*Leonce and Lena. Jürg Amman. Nord Sud Verlag, 2013.
* Wonderment. Peter Sis. Nord-Sud Verlag, 2014.
*Tales from the Brothers Grimm. Minedition, 2016.